Es obvio que la mejor dentadura que podemos tener es la propia, para esto sabemos que es importante tener ciertos cuidados para cuidar nuestra dentadura. Pero en ocasiones una pérdida de un diente por diferentes razones nos hace necesitar un implante.
Los implantes dentales son sin duda una de las mejores soluciones para la pérdida de una pieza dental. En nuestra boca conviven de forma natural y sana en nuestra boca actuando como sustitutos incluso de las raíces dentales. Es precisamente por la importancia que tienen, que es importante acudir a un profesional para evitar complicaciones que puedan surgir.
Una vez tengamos claro que necesitamos ponernos un implante, y después de haber consultado a profesionales de este medio, podemos dar una serie de consejos, para realizar antes de que se coloque la pieza. ¡Comenzamos!
En primer lugar, debemos acudir a un dentista de confianza. Si no tenemos ningún profesional de confianza, siempre podemos consultar en el colegio de odontólogos o estomatólogos de nuestra comunidad para saber qué profesionales hay y sus especialidades.
En ocasiones, lo barato sale caro, una vez acudamos a una clínica en el presupuesto debe de indicarnos el precio total de lo que nos vayan a realizar, y no dejarnos engañar de una publicidad en ocasiones engañosa. Olvídate de la publicidad que indica un “desde…” y que te ajusten el presupuesto a tus necesidades.
Aunque parezca obvio, debemos de reunirnos con el profesional antes de realizar la intervención, para que nos explique detalladamente en qué consiste la cirugía y poder consultar posibles dudas.
Debes de tener información sobre el tipo de implante que te van a poner y saber las características.
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Se debe de tratar esta cirugía con la importancia que tiene. No es algo nimio ya que se va a implantar un metal en nuestro cráneo y debe de hacerse de forma aséptica y con todas las medidas sanitarias que necesiten. Esta intervención se debe de realizar en un quirófano o en una sala preparada adecuadamente para cirugías menores. Por lo que nos lleva a conocer también, si la clínica tiene un quirófano o lugar para poder realizar esta técnica.
Y además de todo esto, escuchar si es posible la experiencia que hayan tenido otros pacientes con esta técnica y el mismo profesional, y dentro de ser lo más objetivos posibles, saber un poco posibles reacciones.
Después de una cirugía así, lo normal es que recomienden tomar líquidos y a poder estar fríos por lo menos durante 24 horas después. Con lo que te recomendamos que llenes tu nevera de batidos, yogures, helados… que te ayuden a aliviar la inflamación. Y normalmente después lo normal es que te recomienden una dieta blanda, con lo cual volverás a necesitar adaptar tu nevera a la dieta que vas a necesitar.
Y para terminar te recomendamos que para la recuperación descanses todo lo posible. Siempre que puedas ten a alguien de tu confianza cerca para poder tener una ayuda extra si fuera necesario.
Aunque no es una cirugía mayor, siempre que hay una cirugía debemos de tener determinadas precauciones.