El mindfulness, también conocido como conciencia plena o atención plena, se basa en la práctica de la meditación con una finalidad clara: dejar de vivir en piloto automático y tomar una actitud consciente, serena y enfocada.
En los últimos años, esta práctica está ganando muchísimo interés por parte de los profesionales de la salud, y multitud de investigaciones corroboran que, efectivamente, practicar meditación tiene resultados prometedores tanto en la salud física como en la salud mental de quien lo practica.
Hay muchas aplicaciones específicas de la meditación que están llamando la atención: meditación para mejorar los síntomas depresivos, meditación para reducir la ansiedad, e incluso meditación para dejar de fumar.
En este sentido, la meditación parece tener efectos positivos en la regulación emocional y en la capacidad de tolerar las ganas de fumar y la inquietud del síndrome de abstinencia. Asimismo, la práctica de la meditación influye positivamente en la habilidad de aceptar los pensamientos relacionados con el tabaco sin dejarse arrastrar por ellos y reduce significativamente la impulsividad asociada a las recaídas.
Unos resultados alentadores que están llevando a muchos especialistas a incluir la meditación y el mindfulness en sus procesos terapéuticos para dejar de fumar. Es el caso de la psicóloga Irene S. Ventura, quien ha diseñado un programa de acompañamiento para dejar de fumar basado en la meditación, así como en otras herramientas de la terapia cognitivo conductual.
“La combinación de ejercicios escritos -basados en la terapia cognitivo conductual- y la meditación -basada en la terapia de aceptación y compromiso y el mindfulness- invita a los participantes a tomar conciencia de sus sensaciones, pensamientos, emociones y conductas relacionadas con su adicción al tabaco”.
“No es magia”, insiste la psicóloga. “Es importante tomar una actitud responsable, proactiva y empoderada, porque dejar de fumar significa salir de una adicción, y no es fácil”.
Sin embargo, la meditación contribuye a desarrollar esta actitud, a salir del papel de víctima y tomar las riendas de nuestros pensamientos y nuestras acciones. “Lo que pensamos afecta directamente a lo que terminamos haciendo, por eso la meditación es tan valiosa para nuestra salud mental. Nos ayuda a tomar distancia de los pensamientos -muchas veces automáticos y boicoteadores- y a enfocarnos en nuestro objetivo y en nuestro bienestar”.