Normalmente creemos que los tickets y las facturas son lo mismo, pero no. En este post, vamos a hablar de las diferencias que hay entre ambos. Pero, para empezar, vamos a definirlos.
Vamos a comentar, hablando de lo que es el ticket. En este caso, realmente hablamos de un resguardo, un comprobante de la realización de un pago, que normalmente se da en operaciones de compras realizadas y solo se emite en la moneda nacional.
Claro ejemplo de ello, es cuando haces una compra en una tienda, en dicho establecimiento se entregará un ticket en el que especifica lo adquirido, el precio y la suma total de la compra en caso de ser más de un artículo lo adquirido. Y siempre se debe de guardar, por posibles reclamaciones.
Si bien es cierto, con el reglamento nuevo de facturación, el “ticket” pasó a denominarse “factura simplificada”.
La factura, por otra parte, es un documento que emiten las empresas y autónomos que hayan realizado las operaciones que en dicha factura se detallan. Y el destinatario de la factura, debe recibir una copia.
Ambos documentos tienen similitudes o datos en común y significativas diferencias. Vamos a verlas a continuación.
Ambos tienen un número y una serie, también poseen la fecha de expedición y las operaciones de pago. En el caso de las diferencias, son notables. En un ticket aparecen los datos del emisor, como el nombre y apellido o denominación social, el domicilio y el NIF, no hay datos del receptor y se identifican los servicios dados o los bienes adquiridos y se especifica cuando se apliquen los diferentes tipos impositivos. Mientras que en la factura respecto a los datos del emisor aparece el NIF, el domicilio y la denominación social, pero a diferencia con el ticket, si que tienen que aparecer datos del receptor, como es el nombre y apellidos o bien su denominación fiscal, en este caso se describen las operaciones y en relación del tipo impositivo en la factura debe de diferenciar la base imponible del IVA y de otros tipos impositivos aplicados, los precios unitarios y descuentos que no se han aplicado en el precio unitario.
Como ya hemos dicho antes, el ticket perdió su nombre para llamarse “factura simplificada” desde el 1 de enero de 2013. Y por explicarlo brevemente, diremos que la normativa impone que este documento solo debe de emitirse si el importe es menos de 400 euros (IVA incluido), en el supuesto caso de tener que hacer una rectificación de factura, aquellos a los que el Departamento de Gestión Tributaria haya autorizado, y en algunas operaciones que no excedan los 3000 euros y que aparecen en el Reglamento de facturación anterior, como ejemplo de ello son:
- Ventas o servicios a domicilio
- Servicios o ventas en ambulancia
- Servicios de hostelería y restauración
- Uso de instalaciones deportivas
- Videoclubs
- Locutorios
- Lavanderías y tintorerías
- Servicios prestados por estudios fotográficos
- Peluquería y salones de belleza
- Discotecas y salas de baile
Como puedes comprobar, aunque pueden parecer inicialmente, tienen importantes diferencias. Esperamos que después de leer este post sepas diferenciar tanto su función como su presentación visual o contenido. Si necesitas facturar ticket existen numerosas herramientas online que te pueden ayudar con ello.