Si en algún momento hemos dejado nuestro sitio web en manos de servicios de posicionamiento en buscadores que se movÃan en áreas grises, o algún competidor malintencionado se ha dedicado a enlazar nuestro sitio web desde vecindarios poco recomendables, seguramente encontraremos en nuestra herramienta de analÃtica web (o haciendo una simple búsqueda de enlaces hacia nuestra web) que tenemos visitas desde sitios raros (granjas de enlaces, webs pornográficas o de casinos on-line, etc.).
¿En qué influyen estos enlaces de cara al buen posicionamiento en buscadores y cómo podemos librarnos de su efecto?
Los enlaces son un factor más de cara al posicionamiento
Si bien es cierto que la cantidad y sobre todo la calidad de los enlaces hacia nuestras páginas influyen en su posicionamiento en las búsquedas, según Google es sólo uno de los factores que su algoritmo tiene en cuenta.
El contacto directo a veces ayuda
Si a pesar de todo queremos hacer algo contra esos enlaces, siempre podemos intentar hablar con los propietarios de esos sitios para pedirles que los retiren.
Pero como toda prudencia es poca, nuestro consejo es utilizar para ello una dirección de ‘usar y tirar’; es decir, si bien lo correcto es utilizar para ello una dirección del propio dominio de la web (y no de un servicio gratuito), convendrÃa crear una ad hoc que luego podamos dar de baja. Asà nos protegemos contra futuro spam.
Las batallas perdidas no merecen la pena
Si a pesar de nuestros esfuerzos y nuestra buena educación el propietario de la otra web no nos hace caso, no pasa nada. Hay otros enlaces sobre los que sà tenemos control, y a ésos hay que dirigir nuestro trabajo.
Tampoco hay que dar mayor importancia a lo que no la tiene
Teniendo en cuenta que los enlaces de mala calidad normalmente están en sitios web de mala calidad, su posicionamiento en Google será también bajo y por tanto la fuerza de sus enlaces será también débil. La mayorÃa de las veces, el daño que nos pueden hacer será mÃnimo.
Internet es para los corredores de fondo
Al fin y al cabo, las webs dudosas están sometidas a las mismas reglas que todos los demás y más tarde o más temprano acabarán ignoradas por Google.
Los chivatos a veces se salen con la suya
Si a pesar de todo creemos que, por nuestro bien y el de otros afectados, debemos informar a Google sobre las actividades dudosas de determinada web, podemos hacerlo utilizando su formulario de informe sobre actividades fraudulentas. Pero atención: toda denuncia hay que probarla.
Ocupémonos de la optimización
Teniendo en cuenta todo lo que puede influir por sà misma la propia web, desde un contenido abundante y de calidad hasta un código correcto, es más importante primero prestar atención al SEO interno y después preocuparse por las webs que nos enlazan.
Todo el mundo es inocente…
Más importante que los malos enlaces hacia nuestra web, es el comportamiento que tengamos en ésta. Si nuestro sitio web no tiene texto oculto, enlaces ocultos, enlaces hacia webs sospechosas o indicios de otras prácticas poco éticas, no tenemos porqué preocuparnos.
… hasta que no se demuestre lo contrario
Pero aunque nuestras intenciones sean buenas, algunos comportamientos que no parezcan naturales pueden despertar las sospechas de los buscadores: un repentino incremento de enlaces entrantes en poco tiempo, abundantes enlaces desde webs sin relación temática aparente o enlaces de pago, aunque sean fruto de buena fe y de esfuerzos legÃtimos de marketing, pueden poner a los buscadores en nuestra contra.
Conviene tener esto en cuenta también cuando contratemos los servicios de un especialista SEO, puesto que lo que él haga en nuestro nombre será siempre responsabilidad nuestra.
Librémonos del Factor Spam
El Factor Spam es una especie de ‘puntuación negativa’ que los buscadores aplican a los sitios web por malas prácticas. Algunos, como Bing, reconocen usarlo; otros no se refieren a él de forma tan clara pero está claro que lo tienen. En cualquier caso, buenas prácticas y manos limpias nos mantendrán a salvo y harán de los buscadores nuestro mejor aliado.