Almorranas o Hemorroides

Si has llegado aquí es más que probable que el tema de las hemorroides o almorranas te preocupe ¿las sufres? ¿crees que las puedes tener?. Puedes estar tranquilo, yo mismo pasé por ellas. Desde la duda de si podía tener hemorroides, picores, sangrados, la primera visita al médico de cabecera, todo tipo de tratamientos hasta que finalmente llegué a la tan temida cirugía. Es decir, puedo hablar sobre hemorroides con conocimiento de causa. Ante todo quiero animarte. A veces, parece que nunca se va a salir de ellas. ¡Verás como si es posible curar las hemorroides!

hemorroides o almorranas
hemorroides o almorranas

No pienses que eres un «bicho raro» por tener hemorroides. Es un problema de lo más común. Cuando a mi me pasó no conocía a nadie que sufriese de almorranas, pero fue hacerlo público y abrirse un montón de gente de mi entorno, reconociendo que ellos también las tenían. Hay que acabar con este tabú: sufrir hemorroides es tan normal y respetable como cualquier otra dolencia.

En esta web hablaremos de todo lo que concierne a las hemorroides: sus síntomas, sus causas, tratamientos para curarlas. Todo desde un punto de vista cercano y con un lenguaje muy sencillo. Pero queremos ir un paso más allá: contamos contigo. Queremos tus preguntas y experiencias para hacer de esto algo más enriquecedor para todos esta comunidad.

Antes de nada vamos a ver algunos aspectos interesantes de las hemorroides. ¡Te vienes!

¿Qué son las hemorroides o almorranas? Definición

Las hemorroides son una especie de almohadillas de tejido vascular (algo parecido a las venas) que recubren las paredes del recto.

Definición de hemorroides

Hasta aquí hemos visto que son las hemorroides, pero no está de más dar una definición un poco más «académica»:

Las hemorroides son un engrosamiento en los cuerpos cavernosos del recto. Tienen forma de nudos y están rodeados de abundantes venas y arterias que sirven para irrigar esa zona del recto y el esfínter anal.

¿Para qué sirven las hemorroides?

Sirven para colaborar con la continencia fecal. Junto al esfinter anal, las hemorroides hacen que no hagamos deposiciones involuntarias al reírnos, toser o estornudar, por ejemplo.

Hablando en plata, nos ayudan a que nuestras «cacas» se mantengan dentro de nuestro cuerpo. Así que las hemorroides son buenas.

Como ves, todos tenemos hemorroides, ya que es una parte completamente normal de nuestro recto y que tienen una misión específica y muy importante.

Es cierto, que se habla de hemorroides para referirse a los problemas asociados a ellas. En concreto estos problemas suelen ser debidos a que nuestras hemorroides han perdido su elasticidad y tienden a ir dilatándose. Pero lo correcto sería hablar de «enfermedad hemorroidal» más que de «hemorroides«.

Aún así, en este blog hablaremos de las hemorroides para referirnos a las dolencias y síntomas típicos de la enfermedad: aumento del tamaño de las hemorroides y sus molestias asociadas.

hemorroides
hemorroides

¿Qué son las almorranas?

En el lenguaje más cotidiano se utiliza la palabra almorranas para referirnos a las hemorroides. Es decir, es un sinónimo.

¿Son frecuentes las hemorroides?

Este es un tema delicado. Por mucha confianza que te parezca que tengas con las personas de tu entorno, rara vez alguien te confesará que las sufre. A la gente le da vergüenza hablar de su propio culo. ¡Fíjate tú! Eso hay que desterrarlo. Es una parte del cuerpo como otra cualquiera. Vale que no lo vamos enseñando por la calle, pero ayuda mucho el liberarse de ese «tabú».

las hemorroides aún son un tabú
las hemorroides aún son un tabú

A lo que vamos: según la mayoría de estudios más del 50% de la población mundial sufre hemorroides en algún momento de su vida. Este dato es para mayores de 30 años, ya que si que es cierto que en gente joven o niños es muchísimo menos habitual.

El rango de edad más afectado por las hemorroides es el que se encuentra entre los 50 y los 65 años.

Tipos de Hemorroides o Almorranas

Veremos en mayor profundidad este aspecto, pero así para empezar diremos que las podemos clasificar entre hemorroides internas (si las hemorroides están dentro del ano) y externas (si las hemorroides son visibles fuera del ano).

Esta clasificación se basa en dónde se produce la dolencia hemorroidal, ya sea dentro del ano o fuera de él.

diferencia entre hemorroides internas y externas
diferencia entre hemorroides internas y externas

Hemorroides internas

Las hemorroides internas son las que tras el episodio hemorroidal, permiten que las hemorroides se mantengan (o vuelvan) dentro del recto.

Estos episodios pueden ser sangrados, prurito (picor), dolor o prolapso.

Un prolapso es el la salida fuera del ano de todo o parte el tejido de las hemorroides. Pero en el caso de las hemorroides internas, tras el mismo vuelven a introducirse en el recto de manera espontánea.

Hemorroides externas

Estas son las hemorroides que siempre están fuera del ano. Son perfectamente visibles y palpables. Pueden estar incluso trombosadas (con sangre coagulada dentro), lo cual es tremendamente doloroso, tomando las propias hemorroides un tono azulado.

Clasificación: Grados de hemorroides

Habrás oído que las hemorroides pueden graduarse en gravedad conforme a 4 grados, que van desde el grado 1 (el más leve) hasta el 4 (el más severo). Vamos a ver en que consiste cada uno de ellos.

los cuatro grados de clasificación de las hemorroides
los cuatro grados de clasificación de las hemorroides

Grado I

El grado 1 apenas es perceptible. Las hemorroides aumentan un poco de tamaño pero no son visibles en ningún momento desde el exterior. Las personas que son diagnosticados de hemorroides de grado I suele ser que han presentado algún síntoma preocupante (sangre, incomodidad, dolor al hacer de cuerpo) que le ha hecho acudir al médico que será el que podrá comprobar de su existencia mediante equipamiento médico.

Grado II

El grado 2 suele ser el primero en el que comenzamos a preocuparnos, ya que las hemorroides aumentan de tamaño y llegan a salir fuera del ano de manera leve mientras defecamos. Solemos darnos cuentas al limpiarnos que encontramos algún resto de sangre. También suele presentarse picor o escozor. La ventaja de este grado es que las hemorroides vuelven por si solas a reabsorberse dentro del cuerpo.

Grado III

En este grado empiezan a producirse los prolapsos. Ya vimos antes que un prolapso hemorroidal es la salida de las hemorroides fuera del esfinter del ano. Esto suele suceder tras un esfuerzo, habitualmente tras hacer de vientre. En este grado (a diferencia del grado 4), se pueden volver a introducir con los dedos las hemorroides dentro del ano.

Esto de reintroducirse las hemorroides manualmente es algo que mucha gente hace, pero otros (yo incluído) ni intenté nunca, me daba muchísima «sensación» hacerlo.

Grado IV

En este grado las hemorroides están fuera del ano en su totalidad. No pueden reintroducirse de manera manual. Es el grado de mayor gravedad y suponen una gran incomodidad para realizar tareas cotidianas.

En mi caso particular llegué al Grado 4, lo que conllevó que me operasen. Ya hablaremos de mi experiencia.

Causas de las hemorroides: ¿Por qué salen?

Parece que todos los temas que se refieren a las almorranas son controvertidos. No se ha demostrado científicamente que nada en concreto que cause hemorroides.

Es cierto que hay causas que predisponen a sufrir de hemorroides:

  • El estreñimiento o problemas intestinales que hagan que tengamos que hacer un gran esfuerzo al defectar o realizar un gran número de deposiciones al día, durante periodos prolongados de tiempo.
  • Nutrición: Hay alimentos que en exceso están asociados con las molestias hemorroidales (Alcohol, Café, Chocolate, Frituras o Comida Picante son algunos de los considerados como alimentos malos para las hemorroides).
  • Uso compulsivo de fármacos laxantes
  • Herencia genética: Se ha comprobado que existe predisposición genética a sufrir de hemorroides si nuestros padres también lo han sufrido.
  • Actividades sedentarias que nos obliguen a estar quietos durante mucho tiempo, ya sea estar sentados o en pie.
  • Realizar cargas de peso, ya sea laboral o por ocio (deportes como halterofilia o pesas). También otros deportes como el ciclismo pueden ser un factor de riesgo más para sufrir hemorroides (hemorroides y bicicleta).
  • El embarazo: Las hemorroides en embarazadas son muy comunes por varios factores como son:
    • Cambios hormonales que afectan de manera notable a todo el tejido vascular de la zona.
    • Sobreesfuerzo a la hora del parto.
    • Disminución de la irrigación sanguínea de la zona, debido a la presión del útero.
  • La práctica de sexo anal. Lógicamente, si realizamos este tipo de prácticas deberemos lubricar la zona convenientemente y dilatarla de manera progresiva. De lo contrario podemos irritar y lesionar la zona.
  • Sufrir cirrosis
  • Ser obeso
  • Un exceso de stress
  • Fumar
  • Hipertensión portal (hipertensión en la vena porta hepática)
  • Beber pocos líquidos
  • Sufrir de diarreas crónicas
  • Pasar mucho tiempo sentado en el inodoro

Síntomas de las hemorroides

Los problemas de almorranas presentan una sintomatología de lo más variada, dependiendo también del estadio (el grado que vimos antes) en el que se encuentren. Pero además, también influye mucho la propia individualidad de cada persona.

Pero los síntomas más comunes y frecuentes serían estos:

  • Picor y quemazón. Es más habitual en las fases iniciales, y va aumentando conforme aumenta la gravedad de las hemorroides.
  • Dolor en la zona anal
  • Prolapso rectal (salida afuera de las hemorroides)
  • Inflamación en las hemorroidas
  • Secreciones provenientes de la mucosa anal (como un líquido que sale del ano sin que lo podamos evitar y que puede llegar a manchar la ropa).
  • Sangrados: pueden ser desde muy leves y producirse solo al defecar o por lo contrario ser completamente espontáneos y muy abundantes.

Diagnóstico: ¿Qué medico diagnostica las hemorroides?

Esta es una de las dudas que primero te asaltarán si piensas que puedes tener hemorroides. ¿A dónde acudir? Es sencillo: deberías ir a tu médico de familia (o médico de cabecera). Que no te de vergüenza, están acostumbrados a eso y les parece algo de lo más común. Nuestro propio médico nos diagnosticará el tipo y grado de nuestras hemorroides. Es probable que ni siquiera estime la posibilidad de dirigirte a un especialista y pruebe con un tratamiento conservador (que suele funcionar muy bien). Te dará pautas de higiene, posturas, ejercicio y nutrición. Además es posible que te paute algún tipo de pomada o medicamento para calmar los síntomas de tus hemorroides.

Es importante acudir a nuestro médico: los síntomas de las hemorroides podrían coincidir con otros muchas enfermedades anales como son abscesos, fístulas o fisuras.

En el caso de que nuestro doctor estime que la gravedad de nuestro problema es la suficiente, podría dirigirnos hacia algún especialista:

  • Proctólogos
  • Coloproctólogos
  • Gastroenterólogo
  • Especialistas en cirugía interna (internistas)
  • Cirujanos
  • Especialistas en aparato digestivo

Además, si existe sangrado es probable que necesite hacer alguna prueba adicional para descartar otros problemas de mucha mayor gravedad (como la presencia de tumores). Estas técnicas, son mínimamente invasivas y consisten en introducir en el recto un pequeño tubo con una cámara en su extremo. La técnica más habitual para confirmar la existencia de hemorroides se denomina rectosigmoidoscopia.

Tratamiento de las hemorroides: ¿Cómo curarlas?

Este es un extremo al que sólo se suelen llegar en los casos  de grados II, III y IV. Aún así no es algo que te tenga que preocupar. Te digo por experiencia que es mejor quitárselas que dejar que controlen tu vida.

Existen diferentes tipos de tratamientos diferentes para curar las hemorroides.

Técnicas quirúrgicas

Están pensadas como un primer paso para la curación de hemorroides sin tener que llegar a una cirugía. Algunas sirven para mitigar los síntomas de manera sensible pero a muchas personas les es suficiente para una curación completa de sus dolencias. Además tienen una ventaja muy importante respecto a la cirugía de hemorroides: el tiempo de recuperación es mucho menor que si te operan.

Conozcamos algunos tipos de estas técnicas ambulatorias.

Escleroterapia

Consiste en inyectar entre la piel y el tejido vascular un compuesto de urea y clorhidrato de quinina. Consigue que la hemorroide disminuya de tamaño de forma notable e incluso hacer desaparecer por completo la inflamación. Es una técnica que también se utilizar por ejemplo en el tratamiento de varices.

Ligadura elástica

Mediante unas gomas muy pequeñas se estrangula la hemorroide desde su raíz (el pedículo). Con ello se consigue que el tejido hemorroidal muera, acabando con los problemas.

En mi caso me hicieron dos veces ligadura con bandas elásticas antes de operarme. Ya te contaré como me fue.

Fotocoagulación

Mediante infrarrojos se puede coagular los capilares de la zona.

Terapia láser

Mediante el láser CO2 puede cortarse de manera limpia las hemorroides. Al final no dejan de ser una cirugía con menor riesgo y una recuperación muchísimo más rápida.

Crioterapia

Mediante congelación se consigue la muerte del tejido afectado.

La crioterapia es una técnica ciertamente controvertida en los últimos años. Muchos especialistas no la consideran válida para tratar las hemorroides. Otros sin embargo, la defienden.

Tratamientos quirúrgicos para las hemorroides

Si los tratamientos de intervención ambulatoria que hemos visto no funcionasen, se suele optar por la cirugía, de mayor eficacia pero con un tiempo de recuperación mayor y algunos riesgos inherentes a cualquier operación quirúrgica por sencilla que sea.

Existen varias técnicas que tu médico valorará a la hora de operar:

  1. Hemorroidectomía de Milligan & Morgan: Es la técnica más antigua, y la utilizada en el milenio pasado, pero ya apenas se usa. Tenía una recuperación de entre cuatro y seis semanas y era muy dolorosa.
  2. Técnica de Longo: Se trata de la técnica más utilizada y reduce la recuperación a unos 15 días, reduciendo bastante las molestias.

A esta operación, independientemente de la técnica que se utilice se la denomina de manera genérica hemorroidectomía.

Medicamentos para curar las hemorroides

Las hemorroides no se curan con medicamentos. Pero sus síntomas si que se pueden ver aliviados. Puedes encontrar bálsamos, cremas, pomadas, sprays, supositorios que mejorarán el estado de tus hemorroides.

De entre los principios activos que suelen componer estos medicamentos destacan:

  • Bezoncaina
  • Dibucaina
  • Fluocinolona
  • Fluocortolona
  • Hidrocortisona
  • Lidocaina

Principalmente actúan de manera tópica y son antiinflamatorios y analgésicos. Pero hay que reconocer que no sirven ni para prevenir, ni para curar las almorranas. De hecho es preferible no acostumbrarse a su uso continuo, ya que incluso puede ser contraproducente.

Remedios naturales para las almorranas

Existen infinitos remedios dentro de la cultura popular que sirven para aliviar los síntomas de las hemorroides, por ejemplo:

  • Aplicación de aceite de manzanilla en la zona
  • Aplicación de una patata cortada a la mitad
  • Aplicación de un tomate
  • Cataplasmas de queso fresco
  • Infusiones de Manzanilla o Té
  • Ungüentos de aloe vera
  • Ungüentos de pétalos de rosa y manzanilla
  • Aplicarse hielo en las hemorroides

Consejos para las hemorroides

Lo primero de todo es acudir a tu médico de cabecera, sabrá diagnosticar exactamente qué te pasa y cual es su tratamiento. Pero basándome en mi experiencia te puedo dar algunos consejos:

  • Toma el toro por los cuernos, da el paso de ir al médico en cuanto tengas dudas de si sufres hemorroides.
  • Las hemorroides tienen cura. Yo soy un ejemplo.
  • Trata de mantener una vida saludable y que la dieta sea lo más sana posible (sin volverse locos tampoco).
  • No te pongas en lo peor, verás como con el tiempo y siguiendo las indicaciones de los médicos irás mejorando. Eso sí, incluso si hablamos de cirugía la solución no es de un día para otro.
  • Bebe al menos 2 litros de agua al día
  • Trata de limitar la ingesta de medicamentos y el uso de laxantes sin prescripción médica
  • Usa ropa de algodón
  • Intenta no estresarte demasiado
  • Usa toallitas húmedas en vez de papel higiénico
  • Mantente activo, si haces ejercicio favoreceras una evacuaciones más líquidas. Correr con hemorroides es posible, por ejemplo.

El retorno de las hemorroides: Las recaídas

Este es un punto importante: Las hemorroides pueden volver a aparecer, ya sea después de los tratamientos ambulatorios o incluso tras una cirugía. Por ello, tras eliminarlas debemos tratar de hacer una vida sana y alejarnos del sedentarismo.

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