Con este artículo queremos ayudarte a encontrar el colchón que mejor se adapta a tus necesidades reales. Y es que en eso consiste buscar “el mejor colchón”. No hay que obsesionarse con quedarse con los de mayor precio o con el nombre de tecnología que sea más “cool”. Evidentemente es más que conveniente que nos informemos un poco antes de las ventajas e inconvenientes que tiene cada tipo de colchón, pero lo principal es pensar en nuestra propia morfología y peculiaridades.
Así que ¡vamos al lío! Primero te contaremos algunos aspectos básicos que te van a interesar sobre los colchones y que si no estás muy metido en este mundillo podrían sorprenderte.
Tipos de tecnología
Aunque hablemos de “colchón” en general, pocos tienen que ver unos y otros. Especialmente en los últimos años se vive una fiebre por sacar más y más tecnologías de fabricación de colchones. Por ello, vamos a mostrarte algunas de las más habituales para que no te pillen descolocados cuando acudas a una tienda o página web de colchones.
Colchón de muelles
Todo un clásico, con muchísimas décadas de evolución. También, puede que por ello, sea el más extendido en su uso en España. Más de la mitad de los españoles duermen cada noche en uno de ellos.
Colchones de hilo continuo
Formados por un único hilo de acero trenzado para conformar toda la estructura del colchón. En la zona lumbar suelen estar reforzados para una mejor adaptación al reparto de pesos de las personas.
Tiene de ventaja, respecto al colchón de muelles más clásico, que el de hilo continuo se tiende a deformar mucho menos, y por ello es más duradero.
Muelle bicónico
Este es el sistema de muelles más antiguo que existe, aunque sigue utilizándose en colchones baratos. No por ello decimos que sean de mala calidad, pero evidentemente existen opciones mejores.
Muelle pocket
Es un muelle envuelto de manera individual que por ejemplo, si lo comparamos con el bicónico, dan mejor confort, pero aún así peor comparados con los de hilo continuo.
Espumas
Las espumas engloban varias tecnologías a su vez, pero podríamos dividir en tres grandes grupos:
Espumas viscoelásticas
¿A quien no le suenan los colchones viscoelásticos? Son un tipo de espuma de la más alta calidad que se adaptan según las formas y pesos del propio usuario. Eso es una mejora sustancial a la hora de dar el máximo confort, si bien en las últimas temporadas se ha abandonado casi por completo su venta, ya que ahora se tiende más hacia colchones mixtos en las que sólo una parte es viscoelástica, junto a los muelles u otras espumas. Hay que recordar que las espumas viscoelásticas son muy cálidas, lo cual puede ser un punto a favor en invierno y en contra en verano. Además hay gente a la que no le gusta la sensación de “arropamiento” que se causa al dormir sobre ellos.
Látex
Podríamos decir casi lo mismo de los colchones de látex que de las espumas viscoelásticas, es cuestión más de gusto el decantarse por unos u otros.
Espumas de alta resiliencia
Son un avance más a las primeras versiones de espumas viscoelásticas y látex, en las que la durabilidad ha mejorado de manera sustancial.
Consejos para comprar un colchón
Vamos a darte una serie de tips y consejos para que compres el colchón que mejor se adapta a tus necesidades. No nos olvidemos que pasamos de media un tercio de nuestra vida encima de un colchón, así que es mejor tomarse un poquito de tiempo a aprender todos estos conceptos.
¿Cuándo hay que cambiar el colchón?
Esto es algo crucial que hay que decidir antes de comprar el colchón. Se recomienda que cómo máximo se alargue la vida útil de un colchón hasta los diez años. Pero a partir de los 7 es posible que ya notemos pequeños cambios en nuestro colchón. Es mejor no dilatar esta decisión, es una cuestión de salud que puede hacer que nuestro descanso no sea el mejor.
No te fíes de la opinión de los demás
No decimos que sean interesadas ni erradas. Lo que necesita nuestro organismo para descansar no es igual que lo que necesita otra persona. Podemos ser más o menos calurosos, dormir de una u otra manera o simplemente pesar más o menos kilos. Más aún, en muchas camas duermen dos personas, la mezcla de esos dos cuerpos y maneras de dormir hace que las necesidades puedan ser de lo más particulares.
Obsesionarse con los materiales
No siempre el material más novedoso es el que tenemos que elegir. Quizás tú llevas toda la vida durmiendo en un colchón estándar de muelles y en ellos descansas de maravilla.
Dejarse cegar por ofertas sospechosas
A veces buscamos la ganga y eso puede hacer que el colchón que nos llevamos a casa no sea el mejor. No se trata de tirar el dinero y buscar ofertas es natural, pero desconfía de precios desplomados. Puede que ese colchón ya lleve fabricado media década por ejemplo.
No te olvides de la cama o el canapé
A veces buscamos un gran colchón y nos olvidamos que estamos apoyándolo sobre una cama o canapé de baja calidad. Por ejemplo ten en cuenta que si tienes un canapé de mala calidad podría no soportar el peso de un colchón de gama alta muy pesado. No nos referimos a que vaya a reventar el canapé pero podría pasar que los propios hidráulicos del canapé no sean capaces de levantar o sostener el colchón, colapsando.
Invierte en comodidad y tamaño
Si tienes espacio es mejor invertir en un tamaño mayor de colchón. Hay estudios que demuestran que a mayor espacio (anchura) de colchón el descanso de las parejas es mejor. Ya que luego tú busques “espacio de encuentro” en el colchón es cosa vuestra 😉
Otros consejos
- Que tenga la longitud mínima para que no te cuelguen los pies si eres muy alto.
- Si tienes alergia, cerciórate bien de que no hay problemas con la composición del colchón y tú.
Esperamos que todos estos consejos para elegir el colchón que mejor se adapta a tus necesidades te haya sido de ayuda.