Durante el periodo menstrual, todas las mujeres queremos sentirnos más cómodas al tiempo que cuidamos de nuestra salud. Es precisamente por esto, que el campo de los productos de higiene íntima ha ido evolucionando para poder adaptarse a las necesidades de cada mujer para facilitarle la vida. Y es precisamente por esto, que la copa menstrual ha sufrido un importante aumento de popularidad. Seguro que has oído hablar de ella, es sin duda un método cómodo y muy ecológico. Pero como todo en la vida, tiene luces y sombras, y es de esto de lo que vamos a hablar.
Comenzamos con los pros, que son numerosos:
- Ayuda a acabar con las irritaciones, para empezar, son hipoalergénicas, gracias a sus materiales poco agresivos y sin componentes químicos. Con lo cual evita irritación, la sequedad vaginal, infecciones o alergias. Otra de las ventajas es que no altera el PH de la zona vaginal.
- Respetuosa con el medio ambiente, ten en cuanto que es reutilizable por lo que menos producción de deshechos se genera.
- El poder llevarla durante 12 horas para muchas mujeres es sinónimo de comodidad, y de poder estar descuidadas durante mucho tiempo, sin dejar de estar protegida.
- Otra de las ventajas principales es el ahorro de dinero. Teniendo en cuenta que una copa menstrual puede llegar a durar hasta 10 años y el importe es de entre 20 y 30 euros, mientras que el gasto anual de mujeres que utilizan otros dispositivos como compresas y tampones, es de 200 euros anuales.
- Y, por último, debemos de señalar, que para cada mujer hay un modelo. Se pueden encontrar de diferentes materiales, capacidades y tamaños, por lo que es complicado no encontrar la que te vaya bien.
Pero después de la luz, llega la sombra, o lo que es lo mismo, los contras:
- Si necesitas cambiarte la copa menstrual fuera de casa puede ser un poco complicado, ya que es necesario lavar y enjuagar antes de colocarla.
- Su colocación inicialmente no es sencilla. Lo ideal es encontrar el doblado que va a hacer que estés cómoda. Debes de seguir las instrucciones que marca el fabricante, y después es experimentar en su uso hasta conseguir estar segura. Lo ideal es introducirlo poco a poco, con el pico hacia abajo, y en el momento que dejes de sentirla, es que está correctamente colocada.
- Debes limpiarla y esterilizarla de forma correcta. Esto es clave, después de cada menstruación y de cada uso es necesario esterilizarla para que no tengas riesgo de infecciones. Antes de utilizarla hay que lavarla con un jabón neutro y/o hervirla a unos 60 grados unos tres minutos de manera que cualquier bacteria muera.
- Y, por último, el retirarla puede ser engorro, mancharte las manos o incluso la ropa, es algo que puede sucederte. Hazlo con cuidado, introduciendo el dedo índice y el pulgar para poder doblar la copa e intentar extraerla sin que se derrame nada.
No cabe duda que hay que pensar si te convence o no para su uso, pero sí que es cierto que cada vez cuenta con más adeptos. Si quieres hacerte con la mejor copa menstrual deberías tener en cuenta que sea siempre de una marca reconocida.